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domingo, 23 de junio de 2013

Comercializan un estuche de iPhone que sirve como arma de electrochoques




Cointer Evolution


El exsoldado Seth Froom recuerda vívidamente cuando fue asaltado con un arma en su propia casa en 2011. Con su cara al piso y un iPhone en su mano, vio indefenso cómo su casa era saqueada.
“Sigo pensando que hubiera podido detener esto”, dijo Froom. Dos años después de ese evento traumático, Froom y su compañero de clases Sean Simone inventaron una solución que tiene el potencial de hacerles ganar millones: un estuche de iPhone que es también un arma de electrochoques.
Si se le pone el dispositivo a alguien puede emitir un choque eléctrico que causa una gran incomodidad, que va desde un dolor leve hasta uno extremo, dijo Simone. Para prevenir la descarga accidental, los usuarios primero tienen que activar dos interruptores de seguridad y luego presionar un botón de activación, dijo.
Yellow Jacket, la compañía que Simone y Froom fundaron, ha vendido miles de estuches desde febrero a través de tiendas y en su página web. Los estuches, que se venden a 139.99 dólares cada uno, no son vendidos en los estados en donde las armas de electrochoques están prohibidas, y los compradores deben ser mayores de 18 años para adquirirlos.
Los estuches encajan en los modelos de iPhone 4 y 4S y vienen en negro, blanco, rosado y amarillo. Más opciones saldrán a la venta durante este año.
La raíz de la sociedad de Simone y Froom data de hace seis años. Los jóvenes, que ahora tienen 24 años, se conocieron en 2007 como estudiantes de primer año de la Universidad Estatal de Luisiana, en donde Simone era alumno de Negocios y Froom estudiaba Arquitectura. Pronto se dieron cuenta que compartían un espíritu emprendedor y con frecuencia hablaban de empezar un negocio propio en el futuro.
En su primer año, Simone lanzó un grupo de networking llamado SeNSE para ayudarles a jóvenes emprendedores en Luisiana. Para ese entonces, Froom había salido de la universidad para enlistarse en el Ejército de Estados Unidos. Pero los amigos siguieron en contacto, muchas veces para compartir ideas de negocio.
En enero de 2011, Froom pidió una ausencia temporal del Ejército para que él y Simone pudieran intentar desarrollar una idea de un aparato de rastreo de radio frecuencia para les ayudara a las personas a encontrar objetos perdidos. Pero esa idea nunca despegó.
En agosto, Froom fue robado en su casa. Pensó mucho en ese día y en cómo el ladrón le quitó el iPhone pero dejó el estuche.
Ese detalle propició una idea. ¿Y si pudiera convertir el estuche en un arma de defensa? Froom usó sus conocimientos de diseño para desarrollar el concepto. Simone se rió cuando escuchó por primera vez la idea, dijo, pero pronto estaba a bordo en el proyecto.
Juntos desarrollaron el concepto y el diseño. Presentaron la idea en una competencia de negocio en la Universidad de Luisiana el año siguiente y ganaron 5.500 dólares. Ese dinero sirvió para presentar la aplicación de patente y preparar un video de mercadeo.

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