enterateemptydeemptyloemptymejoremptyenemptycointeremptyevolution

Opinión

 


¡Qué linda es la humildad!

Artículo de Opinión 

Por: Rolando Fernández



Cuantos ignorantes inconscientes hay en nuestro país, como en muchas otras latitudes, obviamente. Ahora, en ese sentido, tenemos nosotros la República de los “todólogos”. Aquí la gran mayoría de los interlocutores parlantes, haciendo honor a esa actitud equivocada, como hacedores de opinión pública a nivel de los medios de expresión, cual que sea, saben de todo - economía, sociología, historia, política -; y en fin, sobre cualquier rama.

Exponen, y hacen juicios, incluso de valor, sobre cualquier temática, sin importar los yerros en que se pueda incurrir.  No obstante, cuando el verbo es bueno, y se vive en un medio de una sociedad donde la mediocridad se considera “ciencia”, cualquier disparatoso se pega, y  logra una cabal aceptación.

Sólo hay que sentarse frente a un televisor en este país, escuchar ciertos programas de radio, o leer algunos trabajos que se publican en la prensa escrita, para reparar en las tantas sandeces que se hablan y se plasman a través de dichos medios, por gente que denota un desconocimiento casi total de los temas que abordan.

No obstante, se creen saber, ser la gran cosa, como se dice en buen dominicano, porque consiguen patrocinios económicos para pagar los espacios que utilizan; cuando no, padrinazgos de  cualquier tipo para costear lo requerido. Tienen la misión por lo regular de   confundir, o continuar alienando a los tarados que les escuchan, o  leen lo que escriben.

Normalmente, les sirven como cajas de resonancia a los poderes políticos y económicos que rigen, incluyendo a los sectores que requieren del mercadeo manipulador comercial. Claro, también  median las pagas monetarias directas, a manera de salarios fijos. Y, los propósitos claros, están dirigidos a coadyuvar así con el mantenimiento del sistema que se estila, de manera que permita el poder seguir con las demagogias y las actitudes embaucadoras que le caracterizan.

Ahora, donde la puerca retuerce el rabo entre nosotros con relación a la ignorancia inconsciente, y  es la parte en que mayor hincapié queremos hacer, es en el ámbito religioso convencional, en cuyo marco vive un gran segmento de la sociedad dominicana, creyéndose todavía en algunos curas y pastores; dejando de la lado las personas su capacidad intrínseca individual innegable, para entrar en contacto directo con la divina Fuente Superior, de la cual todos provenimos.

Y eso es debido a que, respecto a los incluidos dentro de la clase anterior expuesta, es obvio existen razones de índoles diversas para justificar muchos procederes de esa clase, que incluyen, la mediocridad egotista individualizada, los apasionamientos, la defensa de intereses grupales económicos y políticos, mediando de ordinario en eso último lo “mercurial”, como la búsqueda de prebendas de todo tipo, etc., etc.

Retomando lo expresado en el párrafo anterior al último, dice la doctora Caroline Myss, en su obra “La Anatomía del Espíritu”. “La religión es ante todo una experiencia de grupo cuya  principal finalidad consiste en proteger al grupo, en especial de las amenazas físicas: enfermedad,  pobreza, muerte, crisis sociales e incluso la guerra. La espiritualidad por su parte, es una experiencia individual orientada a liberarnos de los miedos del mundo físico y buscar una relación con lo Divino.”

Agrega más adelante, “Ningún gurú, pastor religioso ni sacerdote puede administrar la energía de los devotos durante mucho tiempo sin provocar alguna forma de escándalo. No estamos hechos para ser devotos de un ser humano; debemos dirigir la devoción hacia arriba para que nos lleve con ella”. A eso se hace caso omiso, agregaríamos nosotros.

Evidentemente, la mayoría de esos tantos sabedores aéreos que aquí tenemos, sin importar la temática que se trate, conforman un gran conjunto de ignorantes inconscientes, que son aquellos ¡que se creen saber, y nada, o poco saben! Que además, defienden con uñas y dientes sus concepciones erradas, y hasta se enfadan cuando aparece alguien que le trate de ampliar los pocos conocimientos que tienen, o simplemente,  de aclararle algunos aspectos relativos.

De inmediato reaccionan, tal fanático cualquiera, que sólo alcanza a ver hasta la punta de sus narices; que no entiende ni razona; que nada más acepta y defiende lo que él cree, actuando como un caballo con tapa ojos, que sólo sigue el camino que se le haya trazado, sin mirar hacia otras partes.

¡Tan linda que es la humildad!; sin importar el ámbito dentro del cual se ostente; el reconocer que se puede estar confundido, o  equivocado en realidad; que la verdad absoluta no la tiene nadie; que cada cual sólo dispone de fragmentos que se deben ir acopiando, para poder lograr aprehender una amplia porción de la misma. Que mientras más se sabe, más se necesita saber, máxime cuando se trata de asuntos espirituales esotéricos, con aspectos que resultan casi inescrutables por completo en el contexto de la mente humana.

Siempre hemos considerado que el conocimiento en ese ámbito último es infinito; que es imposible de alcanzarlo en su totalidad. De ahí que, las tozudeces extremas, la poca receptividad con respecto a las opiniones ajenas, complementarias o sugerentes, siempre retratan a muchos interlocutores oyentes como personas ignorantes inconscientes. Sólo creen saber ellas, reiteramos. Pero, de ahí a la realidad hay un gran trecho.

Decía Sócrates de Atenas, el gran filósofos de la Grecia Antigua, “Yo sólo sé que no sé nada”, en evidente gesto de humildad, y reconocimiento de que no lo sabía todo. Y en verdad, siempre debe ser así, pues aunque demasiado se conozca, invariablemente hay muchas cosas que faltan por aprender. Además, dicho por alguien de su categoría y condición humana debe llamar a un despertar de conciencia en tal sentido.

Se cataloga  a todo aquel que lo haya logrado, como el “ignorante consciente, el que se considera no sabedor de todas las cosas, a pesar del cúmulo de informaciones y vivencias propias en su haber; que el acopio se reconozca de orden superior con relación a los demás, y piense de tal manera.

Luego, cuando se oye a ciertos especímenes humanos defendiendo concepciones poco fundamentadas, por el hecho de sólo haber investigado superficialmente sobre lo que se trate; o, por ser criterios inculcados a conveniencias, procedentes de mentores con edificación cuestionada, que nada más se valen de los convencionalismos acostumbrados para retransmitir conocimientos, se produce tremendo contraste.

Y claro, solamente motiva el ignorar por supuesto, y desearles suerte a los de poco pensar; a esos que se adhieren por completo a determinadas prédicas cuasi vacías, que abrigan en su interior, sin reparo alguno.

Son actitudes que resultan más que  extrañas ya, a la luz de tantas instrucciones valerosas a la mano que se tienen hoy. Incluso, con demostraciones a la vista, con ejemplo, como ese caso que a continuación se transcribe, y que por necesidad debe mover a inquietud a mucha gente, por crédulo o fanático  que se reporte.

“PEKIN. Una niña de nueve años ya está en la universidad y tiene un coeficiente más alto que el de todos los profesores. La niña estudia ingeniería y tiene las calificaciones más altas y hasta corrige a profesores”. ¿Será eso por accidente,  o causalidad? Véase: “La más inteligente”, periódico “Diario Libre”, edición de fecha 28-2-14, página 46).



Cruda realidad nacional: escasez de buenos locutores

 

Artículo de Opinión 

 

Aunque a veces poco vale la pena hojear los periódicos nacionales, pues la acción reporta con regularidad resultados mucho más entristecedores y  desesperanzadores que halagüeños, por las tantas noticias desagradables que se publican en todos los órdenes, los chismes politiqueros, como la gran cantidad de manipulaciones mercadológicas para estúpidos que contienen, es bueno hacerlo ocasionalmente, aun sea para observar solamente  los titulares. Alguno puede interesar.

Y es que,  aparecen rara vez trabajos que se deben leer, corroborar  su contenido base, y hasta contribuir para que su difusión se haga mayor, por lo que pueden aportar en beneficio de esta tan deteriorada sociedad nuestra. Se convierten en la excepción que confirma la regla.

Es el caso de ése que publica la señora Magda Florencio, en el periódico “Listín Diario”, edición de fecha 15-10-13, página 7c, en que expone con altura una atinada reflexión sobre el ayer y hoy, en términos de las diferencias “locutoriles” que se verifican en el presente a nivel de la radio nacional, en que la mediocridad, la falta de aptitudes, como la escasez de cultura general son más que fehacientes, en la gran mayoría de los que llevan a cabo ese ejercicio en todo el ámbito local.

Ella fue algo consecuente cuando expresó: “Pero bien, debo decir que no todos los que laboran en la radio realizan una labor admirable”. Obedece este parecer nuestro a que, las rarezas se pueden contar con los dedos de ambas manos, y de seguro sobrarían. Y más aún, si la comparación se hace extensiva hasta los entornos de la pantalla chica. ¡Cuánto que desear entonces!

Lamentablemente, se pude decir que ya en este país no hay locutores de calidad - por lo poco que tiene -, que eso es cosa del ayer. Cualquiera aquí porta un carnet para tales fines, comprado de ordinario. Sí tenemos mucha gente impreparada, inepta en todos los sentidos, que se expresa a través de los micrófonos, ya sea en cabinas de radio, o frente a las cámaras de la televisión. ¡Vergüenza!

Son personas que a penas saben hablar como se debe en la mayoría de los casos; sin dominio de una  lectura fluida, como tampoco de entonación y afinamiento; con una voz poco cultivada, y menos adiestrada para esos menesteres. ¡Eso da pena!, como afirma en su artículo la autora tomada como referente.

Siempre recordamos aquellas narraciones que hacían tiempo después, algunos duchos en la materia sobre la otrora “Voz Dominicana”, y la era de Petán Trujillo, en la que los locutores eran multados hasta por dejar de pronunciar una “s” en cualquier simple lectura, y más aún por errores mayores ante al público. ¡Ay de ese que incurriera en fallas!; y, si el yerro era en televisión, peor le iba, mayor amonestación o castigo económico se producía.

Trabajos como el que publicara la señora Florencio en el periódico citado, deben ser reproducidos en todos los medios de comunicación nacional, incluyendo los digitales, para ver si dejamos de estar pasando vergüenzas, y se trata de resucitar la otrora Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que hoy luce muerta por completo, encabezada por otra doña Zaida Ginebra vda. Lovatón, una mujer con dotes probadas, y condiciones morales en abundancia, de la que ya quedan muy pocas en esta República, que se encargue de cualificar  de nuevo a todos esos seudos locutores de radio, como presentadores de televisión cuestionables, y ose sacar las tantas “lacras” que tiene el país, expresándose de todas formas a través de esos canales.

Aunque quizás  mucha gente en esta nación no comparta el siguiente criterio, sí creemos que, las formas mediocres, e indecorosas por momentos en que se hace radio y televisión en esta República, proyectan una desastrosa imagen hacia el exterior.

¡Esas afrentas, hay que buscar la manera de corregirlas!, ya que dirían muchos por tales razones: ¡bueno!, por lo que se escucha, y se ve en esos medios de comunicación de masa dominicanos, se puede apreciar lo que hay allí.





¡Hay muchísimo que hacer!

Artículo de Opinión 

Contrario a lo que sostiene el señor José R. Yunén, en un artículo publicado en el periódico “Listín Diario”, edición de fecha 7-10-13, intitulado “No hay mucho que hacer”, que luce una concepción derrotista, sí podría afirmarse que hay bastante que hacer aquí, para tratar de enmendar la forma caótica y desesperante en que ha venido viviendo la República, producto de las situaciones dañosas, que han caracterizado las últimas gestiones de gobierno que ha tenido, como las desaprensiones de los políticos que han prevalecido durante las mismas.

De lo que no hay duda, es de la escasez notoria presente en el país de hombres aptos, con “bagaje suficiente”, pantalones bien puestos, y real voluntad política, para asumir las riendas del Estado nacional, e intentar reorientar la nación por derroteros más esperanzadores, en que se enfrenten con firme decisión todos esos aspectos negativos que se señalan en dicho trabajo, y que en realidad vienen acosando a la sociedad nuestra:  carencia de servicios públicos, inseguridad ciudadana, corrupción estatal, impunidad fehaciente -, etc.

La República Dominicana necesita en estos momentos de estadistas que aspiren a dirigir la cosa pública, no de todos estos aventureros políticos que nos gastamos, comprometidos hasta el tuétano, como se dice, con intereses económicos grupales, tanto internos como foráneos.

El pueblo tiene que inclinarse por ignorar para su representación, a todos estos títeres, y personajes alienados, que han hecho de la política nacional un gran negocio, siempre actuando en contra del sosiego y la tranquilidad de la población.

Sí, pensando sólo en recabar cada vez más recursos financieros - para dilapidarlos alegremente -, a través de imponer abusivos tributos; coger cuartos prestados, sin saber cómo, ni quién va a honrar mañana esos compromisos; en solaparse los unos a los otros, en cuanto se refiere a los procederes indebidos en que incurren; y, en aumentar la cuota de poder que se tenga, para “narigoneos”, y una mayor libertad de acción republicana.

De gran consenso, y bien sabida, es la clásica frase sociológica aquella que reza: “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”, de cuyo sentido y aplicación, la República Dominicana no se puede excluir. 

El mismo pueblo dominicano es quien entonces tiene la última palabra, para decidir y resolver sobre los males que le aquejan desde hace ya varios lustros, acarreados por todos estos politiqueros de nuevo cuño, que olvidaron completamente las enseñanzas legadas por los únicos líderes verdaderos que ha parido este país (Don Juan Bosch, Dr. Joaquín Balaguer, y el Dr. José Francisco Peña Gómez), luego de que los mismos partieran del planeta Tierra.

Mientras aquí la juventud, principalmente, esté pensando sólo en romo, drogas, bachatas, reggaeton, y estar digitando mensajes en un celular (sandeces), como las mujeres en andar semi-desnudas por los lugares públicos, exhibiéndose hasta más no poder, difícilmente se podrá contar en esta nación con un mentor de calidad probada, que logre amplio respaldo ciudadano, para que nos represente a todos; que le duela esta República, y que no sólo piense en recuperar con creces su inversión en la actividad política, como tampoco en reciprocar con los adeptos, y todos los grupos económicos proclamadores.

¡Mucho se puede hacer, si el pueblo habla y acciona como debe!





Se precisa de un nuevo modelo de gobierno: dictocracia representativa

Artículo de Opinión

 

Por: Rolando Fernández


La verdad es que, cuando cualquier persona se detiene a reflexionar por momentos sobre el lúgubre escenario de una crisis tras otra en que se debate la sociedad mundial, del que no está exenta la República Dominicana, como es obvio, la conclusión obligada tiene que ser: la necesidad de un cambio drástico en el sistema generalizado de gobierno vigente, democrático representativo, a cargo de los políticos seudos demócratas y patriotas,  que siempre son los que dirigen.

¡Sí!, es lo que se requiere dentro del actual esquema de la llamada democracia representativa, que fracasó desde hace tiempo, aunque por conveniencias grupales, tantos países hayan permanecido adheridos al mismo. ¡Qué haya cambios profundos!, que se sustituyan los procederes característicos del modelo de actuación presente.

Y es que, los regentes desaprensivos actuantes, que por lo regular gravitan de manera connotada dentro del mismo, no tienen en realidad ninguna de las dos cualidades señaladas más arriba.  Evidentemente, son las pantallas que utilizan para agenciarse el poder estatal, y desde allí promover las actividades lucrativas personales; los grandes negocios envueltos en esos asuntos; como, en definitiva, la recuperación de las inversiones grupales e individuales que hoy caracterizan el ejercicio político, en cuyo  marco, siempre se está a la espera de las altas ganancias presupuestadas.

En sus actividades mercantiles de provecho personal, incluyen sin reparo hasta la enajenación por venta, o arrendamiento temporal, de los patrimonios nacionales. Convierten los Estados en empresas o fincas de su propiedad durante los años de gestión, en que las regentan, y proceden con plena libertad; a su voluntad muy personal, de ordinario.

Por supuesto, cuando se encuentran con fuertes voces disidentes que se oponen  a sus cuestionadas acciones, entonces recurren a la herramienta clásica: las decisiones concertadas, con beneficios compartidos entre todos, en los famosos acuerdos de aposento. ¡Las cosas se quedan en familia; los pueblos apenas se enteran!

Es así como actúan los políticos hoy, siempre tras el escudo de la llamada democracia representativa, por lo que jamás se pueden esperar soluciones a las severas problemáticas mundiales, que provengan de ese sector, bajo los actuales esquemas de dirección estatal, preconcebidos para actuar con liberalidad absoluta, y procurarse los solapamientos necesarios. Eso significa para un buen entendedor, ¡que esos personajes no representan solución alguna: sino, que más bien constituyen gran parte del problema a resolver!

Además que, con esos mismos actores no regenerados, operando bajo el sistema actual, las esperanzas de que el mundo pueda cambiar lucen cada vez más lejos; por lo que es entonces obligatorio, el que se produzcan las reflexiones debidas a ese  nivel, como un cambio profundo, en el que haya una actitud de gestión mixta, con procederes dictatoriales y democráticos a incluir

La nueva forma de gobierno que procedería, bien podría denominarse: “dictocracia representativa”, donde los gobernantes procedan en base al llamado sendero medio, dentro de la actividad política claro, prescrito en el orden evolutivo espiritual por la antigua filosofía budista; o sea, sin extrematizar actuaciones.

Sería aquella, con la misma idea que algunos conciben, utilizándose una mano fuerte (dictadura), y otra blanda (democracia), para combatir con esa primera, las acciones impropias y deleznables, provenientes de todos los sectores sociales, políticos y económicos envueltos.

¡Si no es así, el mundo en general continuará a la deriva! Acabarán por desaparecer los recursos naturales en escasez notoria ya, de propiedad, y para uso de todos los habitantes del planeta Tierra, que son acaparados y explotados comercialmente por un minúsculo conglomerado de gente inconsciente, compuesto por los políticos “democráticos”, y sus solidarios “canchanchanes” de siempre. Estos últimos, los grandes empresarios capitalistas regionales, con tantos recursos económicos para apadrinar candidaturas, en busca de recompensas bien fructíferas toda vez.

Ambos sectores  inciden de manera negativa en los derroteros progresistas de la sociedad mundial, y de alguna manera se debe buscar la fórmula para romper con ese maridaje dañoso, bajo la sombrilla de la precitada doctrina política, en que los pueblos otorgan representación.

Ahora, no cabe duda de que, ¡son los pueblos! los que tienen la última palabra; toda la capacidad requerida, para cambiar cuanto a ellos les está hundiendo siempre más en el abismo, por las actitudes desaprensivas de los políticos, y los empresarios “adherentes”, ávidos proclamadores esos últimos de los primeros, tras la mampara de ese sistema de gobierno, que se reporta “marginante” dentro de las sociedades, el cual aún se insiste en mantenerle, y denominarle: democracia representativa.







La ingratitud tiene un alto costo punitivo futuro


Artículo de opinión

 

Por: Rolando Fernández


Probablemente, una de las actitudes más deleznables y dañosas en las personas, acompañada del sentido de deslealtad y desatención  inherentes, es la ingratitud, por sus efectos nocivos comprobados casi en lo inmediato, como el alto grado de inducción que conlleva, el cual promueve evidentes cambios significativos en el comportamiento a observar en el porvenir, por parte de quienes son objeto de su impacto directo.

Ella puede provocar una especie de “autoacorralamiento” personal, o de marginación, tanto a nivel familiar, como social propiamente, en todos aquellos que proceden de tal forma, con tendencia a experimentar limitaciones obvias, y recibir de inmediato el castigo de la indiferencia, como el desprecio de la gente relacionada, que se sienta dolida con el accionar ingrato.

Las inclinaciones humanas de ese tipo, por lo regular van produciendo modificaciones drásticas en el accionar incondicional de los demás congéneres, reiteramos, que luego tienden a actuar de forma muy indiferente, y dejan de asistir a otros con igual ahínco, o simplemente no lo hacen.  Se comportan a posteriori, como ciegos e indolentes, si caben los términos, ante las circunstancias ajenas, ya no deseando servir de manera desinteresada en cualquier ámbito, como se era proclive con anterioridad.

Y es que, la actitud de servicio, y la disposición altruista plena que en el pasado caracterizaba, se van diluyendo.  Los desagradecimientos, como la falta de lealtad y consideración conexas, no merecidos, contribuyen rápidamente a irles minando hasta hacerles desaparecer por completo.

Pues, aunque nunca se debe hacer nada esperando ningún tipo de recompensa, el ser humano no está exento de susceptibilidad, y de alguna manera, el mal proceder ajeno siempre hace sentir mal a los oferentes sinceros,  que siempre han estado dispuestos a prestar  servicios desinteresados.

Claro, la ingratitud - falta de reconocimiento -, como todas las acciones humanas incorrectas, despreciables, tiene un alto costo punitivo futuro, cuya factura es pasada en el momento menos esperando, por razones de índole muy natural, cuya ley atribuible, es  aplicada de manera inexorable.

“Cada cual recoge lo que siembra”, frase clásica, que no solamente aparece como máxima incuestionable en el marco de las enseñanzas esotéricas, como es lo que muchos creen, sino en el mismo contexto convencional de las Sagradas Escrituras (Biblia). Véase Gálatas, capítulo 6, versos 7 y 8), que está a la mano de todos.

Las personas ingratas, por lo regular se derrumban de repente con gran facilidad; y, al ser ése más bien un sentimiento negativo, no visible obviamente, sino “intuible” por completo, o apreciado nada más por quienes de forma directa son impactados, no muy pocos se quedan boquiabiertos cuando esa situación se produce, preguntándose el porqué eso ocurre.

La gente que no agradece, y que pronto olvida cuanto recibe, de ordinario no repara en que el ego humano, culpable de todo, tiene cierto parecido con una bola de nieve, que se infla con mucha facilidad cuando la situación climática le favorece, pero que también se desvanece tras cualquier circunstancia adversa, con mucho mayor rapidez. Igual ocurre con las personas que viven envalentonándose, analógicamente hablando, mirando a los demás por encima de los hombros, según se expresa en el argot pueblerino, por inducción de ese falso ser.

Dice un viejo refrán que, “el mejor testigo, y juez a la vez de todas las cosas, es el tiempo”. De ahí se infiere que, sólo hay que esperar para ver, o escuchar sobre sentencias recibidas. Muchos van más lejos, y de manera simbólica expresan: “lo mejor es sentarse en la puerta del cementerio, a ver pasar el cadáver”.

En testimonio la semana pasada, la chef Kai Chase recordó cuán devastada estaba Paris en los primeros momentos en casa en los que se percató de que algo andaba mal con su padre.

“Literalmente la jalábamos de los tobillos por las escaleras mientras intentaba subir, y gritaba, ‘¡Papá, papá, papá!’”, testificó Chase.
Paris hizo llorar a millones dos semanas después cuando habló en el homenaje público para Jackson. “Desde que nací, papá fue el mejor padre que puedes imaginar”, dijo. “Y solo quiero decir que lo amo tanto”.
Jackson confió a su hijo sus negocios a una edad temprana. Se espera que su testimonio incluya revelaciones sobre lo que su padre le dijo en las últimas semanas sobre en quién confiaba y en quién no.
“Prince siempre fue, incluso a los 12 años, un hombre pequeño; el hombre pequeño de papá”, testificó Chase. “Quería que su padre estuviera muy orgulloso de él, y Michael lo estaba”.
“El peso del mundo está en sus hombros, es el hermano mayor y figura paterna para sus hermanos”, testificó Chase. “Es mucho para él, crecer, que le gusten las niñas. Desea que su padre estuviera aquí para aconsejarlo. Es devastador para él”.
La vida después de su muerte
Jackson murió solo dos semanas antes de que fuera a viajar con Prince, Paris y Blanket a Londres donde se programaron 50 conciertos en los siguientes 10 meses. Su padre les dijo que iría en una larga gira mundial después de los espectáculos en Londres, por lo que estaban emocionados, dijo Paris en su declaración.
Después de la gira, Jackson tenía la intención de comprar una mansión de Las Vegas mientras se concentraba en hacer películas, dijeron sus hijos. Para prepararlos, Jackson contrató a un profesor de cine de la Universidad del Sur de California para enseñarles las técnicas para hacer películas en su escuela en casa.
Con la muerte de su padre, los niños se mudaron con su abuela a la misma casa de Los Ángeles, Estados Unidos, en la que Michael Jackson vivió cuando era adolescente. El velo de privacidad, que incluía ponerse máscaras cuando estaban en público con su padre, pronto fue reemplazado por apariciones públicas ocasionales para honrar a su padre.
Los niños hablaron en los Grammy, una ceremonia de dedicación en Hollywood Boulevard, un concierto de tributo y con Oprah Winfrey. En cada evento, parecían más grandes emocionalmente de la edad que tienen.
Los dos mayores se inscribieron en una escuela privada, un gran cambio de la enseñanza en casa que su padre proporcionó. Prince y Paris comenzaron a explorar carreras en el entretenimiento.
Prince trabajó varios días como un “corresponsal especial” para Entertainment Tonight y actuó en un episodio del programa de televisión 90210. Su tía, La Toya Jackson, arregló los trabajos para él.
Paris firmó con un manager de Hollywood para ayudarla con su carrera de actuación a principios de este año, pero eso está en espera ya que está en tratamiento.
Blanket, cuyo apodo vino de la cobija con la que a menudo su padre lo cubría en público, aún es educado en casa, que ahora es una casa grande en las colinas en una comunidad cerrada en Calabasas, California, Estados Unidos.
“Baila como su padre”, de acuerdo con Chase, quien fue contratada como chef de los niños el año pasado.
Blanket, con 11 años, “recuerda mucho lo que papá hacía y habla constantemente de él”, testificó Chase la semana pasada. A menudo viste una playera del espectáculo Immortal del Cirque du Soleil basado en la música de su padre, dijo Chase.
Se espera que el juicio, en su novena semana en una corte de Los Ángeles, dure hasta agosto, de acuerdo con los abogados de ambas partes.



La reforma fiscal? Una caja chica para el Estado, o un barril gustoso para los políticos corruptos? 

Artículo de opinión

 

Por: Zoe Sims

A razón de esta situación de la creación e imposición de una nueva reforma fiscal, me permito humildemente expresar mi parecer frente a esta cómoda situación para nuestros funcionarios legislativos y gubernamentales.

En mi paso por la universidad conocí el término de REFORMA FISCAL en varias asignaturas, mas mencionada en la de ECONOMIA. Pero, porque cito esto?, bueno según lo que puedo brevemente recordar una REFORMA FISCAL concierne a un conjunto de acciones o medidas en busca de mejoras al funcionamiento económico de un país mediante la recolección metálica-impositiva a través de cambios o creación de impuestos. Ingreso que el estado debe distribuir eficientemente en obras y compromisos en bien de su nación.

Aquí se determina puntualmente que y quienes tienen la OBLIGACION de pagar impuestos y el concepto de los mismos. Estas medidas y su logística aplicadas por un gobierno es lo que da cuerpo a la temida, llamada y abusiva reforma fiscal que ha aprobado nuestro Poder Legislativo sin la más notable preocupación de los afectados.

Entonces que debería hacer estos impuestos?...se supone que deben significar ingresos para el estado. Estado es país, nación, pueblo, NO un grupo de usureros protegidos por un emporio subido inocente e irónicamente por el mismo crédulo y esperanzado pueblo.
Da pena, vergüenza, indignación y repudio ver como quienes han aprobado este proyecto son quienes más se han beneficiado de sus poderes para enriquecerse descaradamente ante nuestros propios ojos.

Si de verdad tenemos como país un hoyo financiero, deudas y compromisos gracias al despilfarro y el embolsillamiento de esos y otros funcionarios, porque razón no tomamos las primeras medidas en casa y reducimos gastos, reducimos exoneraciones, nominas injustificadas, sueldos exagerados, dietas y sueldos a legisladores que ni se molestan en ir a sus puestos de “trabajo” porque ni para justificar el sueldo sirven?

Porque hacernos pagar a nosotros un dinero que se encuentra en las cuentas de personas conocidas por todos y de las cuales nunca nos veremos beneficiados? No es mas fácil que ellos devuelvan lo que se tomaron prestado sin pretenciosa devolución?

Porque obligarnos a seguir manteniendo la vida, los gustos y los abusos de aquellos que aprovechándose de las necesidades y la miseria dijeron llamarse “la voz del pueblo”?

Contra sus propias justificaciones vemos como un gobierno que necesita el dinero urgentemente de su pueblo para sostenerse, chistosamente incrementa el sueldo a una Ministra del Estado por el módico y humilde monto de RD$155,000 pesos más a su sueldo inicial. Para aumentar la curiosidad del hecho para ese Ministerio el pueblo se ha puesto en pie de lucha para exige una miseria de un 4% del PIB para asegurar una educación medianamente digna para su gente. Y a regañadientes le fue concedido.

A dónde iremos a parar aquellos a quienes nos quieren cargar el dado sin tomarnos en cuenta ni siquiera para una misteriosa y vergonzosa revisión de sueldo?

Como pretenden reducir la pobreza? O se les olvido que esta es una promesa de campaña presidencial? (típico).

Estoy plenamente convencida de que el pueblo está dispuesto a colaborar con las buenas y sinceras intenciones para mejorar sus condiciones como país. Lo que no está dispuesto es a someterse dócilmente al abuso y al atropello. A ver como quienes son responsables del problema viajan gozan y se ríen de nosotros por nuestra posición de “pendejos” sin remedio.
Hasta de ser pendejos se cansa la gente. No más abusos.

Si quieren que paguemos hagan pagar a los delincuentes con sacos y corbatas a quienes quieren proteger por encima de todo valiéndose de un poder y una posición la cual se les olvido quien fue que se las dio.

Ya la reforma está aprobada y el país está convocando a lucha y protesta. Simplemente aun cuando el muerto este enterrado y la resurrección sabemos no será parte del milagro demos nuestra posición como gente, como personas, como pueblo y como país.

Que sepan que el pueblo ya ante el gobierno que eligió no tiene voz, pero ante sí tiene como país boca, cuerpo y criterio; porque esa “voz” que un día elegimos nos está robando el país.



Eso requiere de edad cronológica, y la madurez emocional debida

Artículo de opinión

 

Por: Rolando Fernández



¡Tener que aceptar adolescentes embarazadas en los escenarios escolares!, ¿por qué? Esa es una situación muy calamitosa, que mucha gente pensante cuestiona en este país, cuando se aborda la temática, en cuyo conjunto se incluyen a profesionales muy calificados del área de la educación, la psicología, como de la especialidad médica relativa, que han externado pareceres contrarios a la maternidad precoz, y con respecto a la asistencia de las así grávidas a las aulas, por los riesgos probables envueltos, pero que sin embargo, se les ha  hecho caso omiso.

Y la verdad es que, en nuestro país hay cosas que no se entienden, que chocan de inmediato con un simple razonamiento lógico, y que son el producto en su mayoría de esa tendencia que  aquí se tiene, de estar copiando normativas y prácticas sociales que se verifican en otras latitudes, y que debido a la idiosincrasia y cultura generalizada que caracteriza a los dominicanos, no resultan aplicables en esta República

Se acostumbra a traer, “agarradas por los cabellos” como se dice, legislaciones acuñadas a lo moderno, que entre nosotros se reportan improcedentes, en vista de que son normas que requieren de un proceso de concienciación ciudadana base, como de la definición previa de políticas y procedimientos logísticos que aseguren su uso  y efectividad, de forma tal que luego no acarreen resultados contrarios a los esperados.

Es como viene ocurriendo desde hace ya un tiempo en esta nación, con la Ley 136-03, que crea el Código para la Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, que entendemos ahora se encuentra en proceso de revisión y modificación por parte del Congreso Nacional, sino es que ya lo fue de manera definitiva.

Pero, lo más seguro es que, se hayan mantenido aspectos medulares consignados originalmente en el mismo, que no se les ha puesto  la mano,  o quedaron igual,  en razón de las injerencias y condicionamientos impuestos por algunos organismos internacionales, a los cuales se pliega el país con regularidad.

La legislación precitada, introducida, y aprobada luego, por los alienados y genuflexos nacionales, que responden más a intereses extranjeros que a los nuestros, lo que ha traído son más problemas que soluciones, en cuanto al manejo adecuado de la juventud con tendencia degenerativa en este país, abarcando los diversos órdenes respectivos, desde su promulgación hasta la fecha.  Las evidencias comprobatorias están a la vista de todos, con las justificantes externadas de los mandatos estipulados en la misma.

Vemos por ejemplo, el asunto relativo a los embarazos de las adolescentes, y la asistencia a las escuelas en ese estado, con muchachas que  a penas saben bañarse, como solían decir los antepasados, asistiendo con una barriga a la boca a los centros educativos públicos, cuales damas adultas en capacidad para preservar un proceso tan delicado, como lo es el de la gestación de un ser humano, lo cual no es aconsejable por diversos factores.

Primero, por la inmadurez físico-biológica y emocional de esas mujeres sin edad; pues, preñadas a la vista de todos, no se les puede continuar llamando niñas, y permitirles graciosamente que sigan compartiendo con las demás; segundo, porque el rendimiento académico adecuado a edades tan tempranas, no se puede lograr de forma concomitante con las indisposiciones corporales y mentales, como los riesgos implicados mientras se encuentre en ese  estado; tercero, por la inducción sexual obvia, sin conciencia, hasta las compañeritas de estudios; y, cuarto, debido a que se constituye en una fuente más, para continuar engrosando el conjunto de niños sin padres responsables en el país, que puedan velar por su formación y conductas apropiadas.

La pregunta obligada es, ¿qué orientación puede dar una madre adolescente a un niño que traiga al mundo, cuando de asesoramiento y crianza familiar requiere ella; amén de que, por lo regular el padre ni siquiera se conoce, o de serlo, tampoco está en condiciones, y disposición de hacerlo?

Por el otro lado, ¿cuál sería entonces la tendencia de esos infantes procreados en tales condiciones?  Por suposición lógica, la de convertirse en parásitos sociales, que continuarán incrementando el número de delincuentes de todo tipo que ya tiene la nación.

No obstante, hay que aceptar la degeneración femenina indiscutible, y los malos ejemplos en las aulas escolares, partiendo de que, según un trabajo que publica el medio “Diario Libre”, en su edición de fecha 19-6-13, elaborado por Tania Molina, intitulado “DISCRIMINAN EN LAS ESCUELAS MENORES EMBARAZADAS”, el acápite E, del artículo 48 de la precitada ley establece que: “Se prohíben las sanciones, retiro o expulsión, o cualquier trato discriminatorio por causa de embarazo de una niña o adolescente”.

Precisamente, en esa publicación se hace el señalamiento de que, “algunos centros educativos “reubican” a las escolares embarazadas, pese a la prohibición explícita de la Ley para evitar cualquier tipo de sanción en estos casos”.  Se habla además, de que se le considera también un vejamen; una discriminación; una falta de respeto y protección, etc.

Evidentemente, con relación a los directores de escuelas que así proceden, no creemos que en ellos existan esas intenciones. Lo que en realidad sí puede haber, es que lo hagan para tratar de limitar efectos derivados, traslativos e inductores hacia las otras alumnas asistentes a los planteles escolares, y hasta prevenir posibles riesgos en la salud de las prematuras embarazadas, por su condición de inmadurez físico-emocional, para llevar hasta feliz término una situación de esa naturaleza: estado de preñez extemporáneo. También, porque no es cierto, reiteramos, que puedan cursar estudios con efectividad a la vez.

Eso de cambiar a otros centros, o hacia horarios diferentes, hasta cierto punto es un paliativo de prevención; buscándoles  comodidades a las afectadas, como algún tipo aislamiento, propio de esa circunstancia, por los entornos más acordes en que se deben encontrar las “niñas” embarazadas.

Incluso, pensándolo bien, mejor sería la suspensión por el año lectivo en que curse el estado de gestación, y su reintegro a clases posteriormente.  Se reportaría como una forma de concienciación a esas muchachas inexpertas, para que procuren la protección correspondiente,  no sólo para no quedar embarazadas, sino de cara a las tantas enfermedades de trasmisión sexual que ahora existen.

Por ahí debería ir una modificación urgente al precitado Código, al margen de las intromisiones internacionales. No obstante,  lo que se está procurando en la actualidad al parecer, es aumentar la propensión al sexo temprano, y hasta sin control podría decirse, con iniciativas como ésa que fue introducida al Senado de la República, original del senador Francis Vargas, contentiva de un proyecto de ley, en el que se obligaría al Estado a la manutención de los hijos e hijas de adolescentes desamparadas por un año, conjuntamente con otras prerrogativas en favor de tales progenitoras, que incluyen además, “asistencia gratuita de Salud Pública durante su embarazo, parto y posparto. Asimismo, sobre los riesgos por la maternidad precoz”. ¡Qué bien!, otra carga estatal más, y un aliciente para que se continúe procreando alegremente, y sin responsabilidad alguna. (Véase periódico “HOY”, del 21-6-13, página 3ª).

Finalmente, es preciso destacar que, los escenarios escolares a ese  nivel, no son los lugares más apropiados para estar exhibiendo barrigas por estado de preñez, ni dejando entrever los malestares relativos. También que, el embarazarse y parir, tiene su edad físico-biológica en la mujer, como su grado óptimo de madurez emocional; amén de que, requiere del entorno adecuado en que habrá de cursar el delicado período de gestación inherente.

Cualquiera no quisiera imaginarse, la situación engorrosa, conflictiva, que se presentaría en medio de una sección de clases, si una alumna en estado de gestación se le presentara algún percance de salud, como a veces ocurre, máxime en las mujeres no aptas: problemas de presión arterial, náuseas-vómitos, mareos, sangrados repentinos, etc., todos asociados con la gravidez presente, en medio de los demás alumnos, sin capacidad para asimilar la escena. ¡Sería de difícil manejo el asunto!, ¿verdad?

Es por todo lo expresado que, sobre ese espectáculo tan deleznable, de “niñas preñadas”, interactuando en salas, aulas y pasillos escolares, ¡se debe reflexionar y decidir con prontitud aquí!




¿Qué pasará después con los hijos?


Por: Rolando Fernández



De los daños más significativos por parte de los padres, a los jóvenes vástagos que integran luego a las sociedades modernas, son la sobreprotección y las complacencias extremas de que aquellos son objeto. Los convierten  en “guiñapos”, en personas inútiles, cuando solos se vean, por haberles creído siempre merecedores de todo. ¡Penoso eso!  

En verdad, los ascendientes sobreprotectores, y complacientes en extremo, no reparan en las consecuencias futuras de sus actuaciones impropias durante el período de crecimiento y estudios de los hijos, que pueden abarcar desde traumatizaciones de carácter mental-emocional severas, hasta el fomento de actitudes de índole delincuencial muy inductoras, cuando las “sombrillas” de los procreadores que así proceden ya no estén.

En ese tenor, muy atinado resulta el contenido del artículo publicado por Kedmay T. Klinger Balmaseda, en la edición de fecha 15-6-13, periódico “HOY”, intitulado “Nosotros los nobles”, que corresponde al nombre de una película mejicana que trata sobre la temática, según expresa, en el que se incluye un mensaje bastante interesante con relación a la sobreprotección paterna, como la satisfacción de deseos todos, y sus efectos dañosos múltiples, a verificarse en el mañana.

Esas son  cuestiones, sobre la que se debe reflexionar con “agudeza” en la actualidad, y relacionarlas con la alta tasa de delincuencia  y criminalidad que se verifica, no sólo a nivel del país nuestro, sino también de otras latitudes, en la que es muy posible pueda estar incluido el ingrediente porcentual que aportan algunos de los llamados hijos de mami y papi, deformados conductualmente, por causa de la sobreprotección y los sobrados abastos paternos, que por lo regular tienen un límite, son finitos.

Y, cuando ésos faltan, los muchachos, que no han hecho sacrificio alguno para conseguir nada, porque todo se lo han puesto en las manos complacidamente, y que por tanto, no están en capacidad de enfrentar los problemas ordinarios, como otros de mayor envergadura que se pueden presentar a los humanos durante la vida, se sienten enteramente vacíos y desesperados.

La impotencia obvia que les acosa, los conduce a fuertes estados depresivos, dentro de los cuales se originan con frecuencia actitudes de agresividad, como actitudes de proclividad hacia el consumo de estupefacientes (drogas), que demanda de cuartos para adquirirlos, los cuales no se tienen, y hay la imperiosa necesidad de buscarlos a como de lugar, obligados por las frustraciones desesperantes, y la situación de abandono en que se consideran.

Dudar que tales efectos se produzcan, es estar de espalda a una gran realidad.  A los hijos se les debe proporcionar lo que en verdad ellos necesiten; pero, también hay que dejarlos en ocasiones que traten de procurar los requerimientos por sí mismos, para que vayan aprendiendo a manejarse solos; y que se acostumbren a suplirse de manera honrosa, pensando en que la “sombrilla paterna” no habrá de durar para siempre. ¡A los muchachos, no se les debe estar dando todos los gustos, y sobreprotegiéndoles!, pues en el futuro se lamenta.

Por consiguiente, hay que enseñarles siempre las dos caras de la moneda (complacencia y restricciones), como sólo proporcionarles la protección debida.  De lo contrario, es posible que se estén creando parásitos sociales para el mañana.

¡Piénselo!, padres sobreprotectores, y muy complacientes.

El autor es un humilde servidor, ¡y nada más!




¡Reconocimiento muy tardío!, ¿para qué ya?



Artículo de opinión

 

Por: Rolando Fernández


Los hombres con grandes méritos acumulados, con dotes extraordinarias, que han aportado mucho a sus sociedades, hay que reconocerles y loarles en su oportunidad; no después que el tiempo, y las circunstancias inesperadas, han minado sus condiciones físicas y mentales; cuando ya no pueden disfrutar los homenajes que se les dispensan, y que lucen como llover sobre mojado, un cumplido más, sólo para satisfacer a la opinión pública.

Los tardíos homenajes a las personas meritorias, son de las cosas que más se estilan, no solamente en los países tercermundistas como el nuestro, sino a nivel de la generalidad mundial: actos de reconocimiento, cuando ya se está en estado muy delicado de salud, o tendido inmóvil dentro de un ataúd.

Cuando sólo se está hecho prácticamente un bagazo físico, aún se respire. Luego, se aquilatan tardíamente los atributos; ya, ¿para qué? Es a los recuerdos, a lo que se fue con respecto a las personas de que se trate, las cosas a  las que en realidad se les rinde culto.  ¡No es justo y procedente, a nuestro humilde entender, que así sea! ¿Para qué mojar una planta, imposibilitada de volver a florecer ya?

El hacerlo cuando se debe, sí que en realidad halaga y motiva al agasajado; remueva sus actitudes y deseo de proseguir, mientras condiciones de vida se tengan. ¡Lo pasado, pasado es!

Que fulano, o fulana, reunían tales o cuales cualidades loables, es algo que a muy pocos luego les interesa; y menos, en la que época en que estamos viviendo, de la ignorancia, el olvido, el bachateo, y el “reggaetoneo”, la depravación pública”. Es un tiempo que, la juventud en su mayoría, lo que menos le preocupa es la capacitación real, y el emular  a los valores de otrora.

Sólo hay que imaginarse, a un ícono nacional de las letras, la dicción, y la comunicación en sí, como lo fuera el maestro de maestros, Yaqui Núñez del Risco, amén de excelente productor de televisión, ejerciendo en estos tiempo de desvalorización, en los que nada más se apela al lenguaje soez, a las sandeces, a los términos impropios, como al doble sentido,  igual que como él lo hacía durante sus años de esplendor, tratando de dirigirse a la sociedad, principalmente, a los segmentos más jóvenes de la misma. Le dirían arcaico, que está  “pasao”; que así se hablada en otros tiempos; y, hasta se burlarían de él como persona.

Entonces, para qué homenajearle hoy, por sus aportes olvidados, invistiéndole con la distinción de Profesor Honorario, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), ¡honor más que merecido! por cierto, y presentándole públicamente en ese estado físico tan deprimente en que se encuentra en estos momentos, si cuando debió haberse hecho, no se hizo.

Quizás, si la intención presente de distinguirle y honrarle a ese nivel, hubiera sido promovida en realidad, ante la autoridades superiores uasdianas, directamente por algún grupo beneficiario de sus enseñanzas, con actitudes emulatorias patentes, la acción pasada habría tenido cierto sentido justificable, hasta  reportándose a la vez, como una real actitud de agradecimiento.

Pero, entendemos que eso ¡no fue así!, por lo que nada más se vio aquello como pura pantalla, con un  gran dejo de pena y tristeza alrededor de la ceremonia. ¡Qué lástima!, Muy mal que se estila aquí ese tipo de cosas: honrar cuando no se debe.

El tiempo razonable para los reconocimientos y las distinciones de que tenía que ser objeto Yaqui Núñez del Risco, se dejó pasar por debajo de la puerta, como se dice,  La primera institución que le correspondía hacerlo era, a la tan cuestionada Acroarte, otorgándole el mayor galardón que la misma ofrece, y  que a tantos mediocres, como mal formados seudos artistas, comunicadores, y productores de televisión, ha premiado durante su existencia.

Luego pertenecía premiarle, al burocratizado y politizado ministerio de Cultura de la República Dominicana, que lo que menos hace es, promover las actividades y actitudes de esa naturaleza en su justo nivel, con un digno galardón, a la altura de ese ícono nacional, que tantos aportes hiciera en el área.

¡Sí!, a un hombre culto y muy letrado, de los que probablemente ya muy pocos queden en el país, ¡Pero no!, parece que se olvidó. Que haya trascendido, nunca ha recibido de ese organismo ningún tipo de distinción.

Entonces, es fácil inferir que, muchos de esos que asistieron al emotivo acto señalado - casi póstumo, podría decirse -, en la UASD, que nunca de seguro promovieron nada en tal sentido, es muy posible que lo hicieran solamente para dejarse ver, y aprovechar el espacio en pos de promocionarse a la gratis, no por demostrar gratitud sincera hacía el gran maestro en decadencia.  ¿Por qué eso no se procuró antes?



Humanos y hermanos somos todos

Artículo de opinión

 

Por: Rolando Fernández


¿Por qué discriminar a otras personas? Es la pregunta que todo ser buen juicioso debería hacerse, cuando le asalta la idea del desprecio hacia los demás; de mirar a cualquier congénere por encima de los hombros, como se dice popularmente, sintiendo que se es superior, por el color de la piel, posición económica alcanzada, grado académico logrado, etc.

Craso error, y grandes sorpresas de ordinario les esperan a quienes así proceden. Pues, olvidan aquella aseveración bíblica, apocalíptica para el ego humano de que, “todo ello es vanidad y aflicción de espíritu” (Eclesiastés 1-14).

Jamás piensan pues, que todo se esfuma, o se desvanece; en que, cualquier ser humano siempre es importante y necesario, al margen de la condición económica, racial o educativa que tenga,  en determinados momentos o circunstancias

Un negro, depauperado, y sin ningún tipo de preparación, por poner un ejemplo extremo para muchos, resultaría imprescindible  dando apoyo,  o aportando a solucionar en ciertas situaciones momentáneas que se presentan, en las que probablemente, con todo el dinero del mundo, no se lograría resolver nada, sin su concurso oportuno.

Los casos más patéticos que se observan en ese orden, son aquellos que se verifican con respecto a los accidentes, o dolencias súbitas relacionados ambos con la salud, que requieren del auxilio compasivo inmediato por parte de los presentes, en el mismo instante de las ocurrencias, en los que sólo cuenta el amor fraternal, independientemente de cualquier otra condición personal que  se pueda tener o no.

Precisamente, y hablando de la tez oscura de en las personas, algo que llama poderosamente la atención a la gente que está consciente de su verdadera esencia espiritual, es el hecho de que, hasta para la filmación de anuncios publicitarios, de orientaciones médicas, o cualquier otro tipo de recomendación relativa a las necesidades humanas, siempre las elecciones para imágenes o fotografías a utilizar, nada más se corresponden con gente de piel blanca, con ojos verdes o azules.

Jamás se ven a los negritos con el pelo crespo (hombre, mujer o niño), posando para nada.  ¡Parece ser que éstos no son humanos!; que si les es levantada la piel negra, todo lo que se va a encontrar debajo de ésa, es diferente a lo que tienen los demás. ¡Cuán equivocados muchos viven!

Criticando sutilmente ese errado parecer, a alguien se le ocurrió escribir una vez, para ser cantada a nivel popular, la frase que reza: “Si Dios fuera negro mi compay, todo cambiaría”; agregándose que, hasta el color de Jesucristo y el de los Ángeles.

Claro, fue algo elaborado, en alusión al Dios inventado por los hombres, partiendo de la hechura a imagen y semejanza mal concebida, que una gran mayoría cree, tiene que ver con el aspecto del cuerpo físico humano, y el del Supremo Creador, lo cual es un error garrafal, ya que al Gran Arquitecto del Universo nadie que respire jamás lo ha visto. (S. Juan 1-18, Sagrada Biblia).

Por consiguiente, no se puede saber si es negro o blanco. Además,  no creemos que el hecho de que la  Energía Pura se considere blanca, sea motivo para pensar que Él lo sea, físicamente hablando. Ahora, con esa frase se trata de transmitir un mensaje reflexivo bien claro, en línea con la verdadera esencia humana - espiritual -.

Negros y blancos procedemos del mismo lugar, de igual Fuente. Lo demás, sólo representa adornos adicionales muy transitorios por cierto, inherentes a cada corriente de vida  en particular sobre el planeta Tierra.

Entonces, ¿por qué estar privando tanto? Primero, porque siempre se habrá de necesitar a la otra persona, sin importar que sea prieto, feo y pobre. Además que,  lo que hoy muy rimbombante le pueda tocar a uno, mañana le habrá de corresponder a otro en su corriente de vida transitoria también.

Por consiguiente, dejémonos de estar privando tanto, ¡que todos somos iguales! Un espíritu encarnado, con un cuerpo físico, y una personalidad pasajera, los dos; que lo que somos y tenemos, en verdad no nos pertenece. Sólo lo representamos, por disposición del verdadero Dueño de todo;  el que  expresa su Voluntad y se manifiesta a través nuestro, hasta un momento determinado, y previamente presupuestado; en el que inexorablemente, se habrá de retornar al mundo a que en realidad pertenecemos.

“Somos espíritus con experiencias humanas; no humanos con experiencias espirituales”, como bien lo señala un connotado autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario