enterateemptydeemptyloemptymejoremptyenemptycointeremptyevolution

jueves, 25 de julio de 2013

Como anillo al dedo, ¡esa frase!

Artículo de Opinión

 

Por: Rolando Fernández


Es evidente que, los hombres preclaros advierten con facilidad, cuando dirigen y enseñan a los demás, el comportamiento que luego pueden observar en el futuro muchos de sus seguidores, y adeptos temporales a su filosofía de vida, por lo que siempre tratan de elaborar frases alusivas, aplicables en el porvenir.

A propósito de eso, muy oportuna en estos tiempos últimos resulta la publicación de esa máxima reflexiva que plasmara el gran líder y maestro de tantos, Juan Bosch, a la que ahora hace alusión en su pequeña columna, “Una reflexión”, con su análisis y comentario respectivos, el señor Luis García, y que aparece en el medio “El Día”, edición de fecha 17-6-13, “nadie se muere de verdad si queda el mundo quien respete su memoria”.

El inmenso pensador que llevaba el nombre de Juan Bosch, y creador de la frase señalada, fue fundador y mentor, tanto del partido de Gobierno actual (PLD), como del mayoritario de oposición (PRD), conocedor, por consiguiente, de la mayoría de sus miembros a la sazón, y podía ver más allá de la curva, como se dice.

Y claro, un alto porcentaje de aquellos se han olvidado casi por completo de los ideales cimeros de aquel connotado literato, y  gran zorro de la política nacional. La predicción envuelta en dicha máxima, no podía fallar, al menos, entre la mayoría de los partidarios que dentro del país le seguían.

La realidad es que, interpretando lo dicho por el prócer nacional, ¡sí que le han dejado morir!, sus pasados discípulos más allegados; y, todas esas alharacas protocolares en ocasión de los aniversarios inherentes al mismo, tanto el correspondiente al término de su vida física, como a los de algunas loables acciones de ése durante su tránsito terrenal, no son más que actos demagógicos, para satisfacer la vista de la sociedad dominicana, a manera de cumplido,  ¡y nada más!

Ha quedado evidenciado por completo que, lo que menos han hecho los miembros de las precitadas organizaciones políticas por él creadas, es honrar su memoria; emular sus principios morales; como, su gran nacionalismo a ultranza; y, el sólido sentir patriótico que le caracterizó.

Entonces, cualquiera se preguntaría, para qué estar designando con su grandioso nombre, un hospital, una universidad, calle, y sala para el desarrollo de actividades culturales, etc., cuando el legado en favor de esta República que él supuso haber dejado - todo el marco de un hombre digno de ser loado, y ejemplar ante su congéneres compatriotas -, lo han tirado por la borda, y pisoteado sin control, probablemente, de quienes menos lo esperó

De ahí que, con el amplio sentido dado a la precitada frase, se infiere que el mismo advirtió, y predijo a la vez, lo que podía venir: todo cuánto ha visto este pueblo, antes, y luego de su desaparición física, con respecto al comportamiento de sus exalumnos, que  obviamente, eran los más llamados a preservar su memoria, tanto durante su incapacidad físico-mental, como en su ausencia póstuma.

¡Lamentablemente, sembró para nada el profesor Bosch!

No hay comentarios:

Publicar un comentario